Me hacías reír y llorar. Creo que nunca anhelé tanto conservar un recuerdo anticipado, aunque suene ilógico. Repetía tus pasos como haciendo películas en fotogramas. Mordí tus labios en varias ocasiones, y nunca la carne me supo tan sabrosa como aquellas veces.
Lamí tus dedos, me puse tu mano en la cara, hice gestos que quisiste besar por cuenta propia. Respiré tu aire el tiempo que pude y colé mis piernas entre las tuyas cuando dormía. Rocé tu cuello y espalda, acaricié tus pensamientos cuando callabas y recobraba el sueño entre tus brazos.
Te idealicé, viviste y te maté en quince minutos. Resucitaste para mí entre esos besos lujuriosos, te arranqué la boca por celos, lloré tu partida en el andén, volviste a morir, volviste a resucitar, volví a estar sola. Ahora pienso que te amé, cuando en el último beso te lo marqué en la boca, pero nunca lo supiste.
Me gusta,
ResponderEliminareso del último beso es muy literario.
Podrias hacer un corto.
Con un teléfono móvil.
DoS MINUTOS, ESTARÍA BIEN.
El guión lo tiens.
Oh, no lo había pensado...
ResponderEliminar