Puse en mi boca 7 letras haciendo coro, y yo te quise cuando no estabas.
Desde lejos el camino lánguido en mi cama trazaba tu carne también lánguida
y sospeché que tú / sin mí / sin el estruendo de mi voz en tus oídos,
en tus ojos/ el color del amanecer en mis ojos y mis sábanas
serías libre y veleta sin sostén/amarras/ viento/ sol ni cielo.
Me hice brisa en el sur de tu cuerpo y en las mañanas de letargo disipé tu savia
lechosa en el rosado de mi lengua agridulce.
Te amé, aquel momento en que no supiste escucharme, no supiste quien era yo
y mucho menos si querías o no quererme.
Hasta la próxima vida.
Vaya... es un poema triste, pero 'hermosamente' honesto.
ResponderEliminarMe gusta lo que escribes!
nos vemos! :)